Las conjunciones son palabras que no tienen
variaciones en su empleo, aunque cumplen en las oraciones la función de
relacionar algunos de sus elementos, haciendo que toda la oración adquiera un
sentido expresivo completo.
Las conjunciones se clasifican en diversos grupos,
atendiendo a la función que cumplen en el relacionamiento de los componentes de
una oración.
Que unen los componentes de una oración: son Y, E,
NI, QUE.
Y - E — integran dos
complementos en la acción del verbo: Fuimos
a Londres y a París. Cuando la palabra siguiente comienza por I, se
sustituye Y por E para evitar el efecto cacofónico: Eres necio e ignorante; no puedes mezclar peras e higos.
NI — cumple la misma función entre proposiciones
negativas: No fuimos a Londres ni a
París.
QUE — funciona como conjunción cuando no resulta
viable sustituirla por CUAL (precedida del artículo que corresponda); porque si
eso es posible, no se trata de la conjunción sino del pronombre que: Estoy esperando que vengas (conjunción); el libro del que (del cual) estamos hablando (pronombre)
·
CONJUNCIONES DISYUNTIVAS
Al unir las oraciones o las palabras, expresan
una elección entre opciones: son O, U, SEA, BIEN:
Tendré que elegir entre viajar a Londres o a París. Cuando la palabra siguiente comienza por O, se sustituye ésta por U: Tiene que elegir entre uno u otro.
Tendré que esperarla, sea que venga o no.
Puedes tomar el sol bien en la terraza, bien en el jardín.
Tendré que elegir entre viajar a Londres o a París. Cuando la palabra siguiente comienza por O, se sustituye ésta por U: Tiene que elegir entre uno u otro.
Tendré que esperarla, sea que venga o no.
Puedes tomar el sol bien en la terraza, bien en el jardín.
Es bastante frecuente la acumulación incorrecta de las conjunciones Y
con O; pretendiendo con ello cubrir tanto la alternativa como la oposición:
Vendemos productos argentinos y/o brasileños.
Se trata de un empleo claramente incorrecto, por cuanto esas
conjunciones expresan contenidos idiomáticos totalmente incompatibles:
Vendemos productos argentinos y brasileños.
Importaremos productos argentinos o
brasileños.
CONJUNCIONES ADVERSATIVAS

Iré a clase, aunque esté lloviendo.
Creo que son hermanos, pero no estoy seguro.
Desearía complacerte, mas no me es posible.
No pude lograrlo, empero haya hecho todo lo posible.
No llegué tarde a propósito, sino porque me quedé dormido.
No me han quedado ni siquiera unas moneditas.
No estoy equivocado, al contrario, tengo razón en lo que digo.
No ignoraba de qué estaba hablando, antes bien, estaba plenamente informado.
No es una mala película, si bien tampoco es una obra maestra.
Procuraré recibirlo, no obstante tener mi agenda completa.
Me aseguré que vendría, sin embargo todavía no ha llegado.
Debe distinguirse claramente la conjunción adversativa MAS (sin tilde),
del adverbio de cantidad MÁS.
Que habilitan a proseguir el
discurso: son PUES, ASÍ y las expresiones ASÍ QUE, AHORA BIEN, SOBRE TODO.
Espero me hayan comprendido, pues creo haberlo explicado bien.
Ese vestido está manchado: así no puedes presentarte.
Se lo dije claramente, así que espero que lo tome en cuenta.
El equipo hizo lo que pudo, ahora bien, debieron estar mejor preparados.
París es maravilloso, sobre todo en primavera.
Espero me hayan comprendido, pues creo haberlo explicado bien.
Ese vestido está manchado: así no puedes presentarte.
Se lo dije claramente, así que espero que lo tome en cuenta.
El equipo hizo lo que pudo, ahora bien, debieron estar mejor preparados.
París es maravilloso, sobre todo en primavera.
Debe evitarse cuidadosamente el grueso error de confundir la prenda de
vestir, el sobretodo, con la
conjunción continuativa SOBRE TODO.
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